Los 6 métodos más populares para aprender las tablas de multiplicar

Métodos para aprender a multiplicar

 

Las tablas de multiplicar son unas de las primeras lecciones que tienen que memorizar los estudiantes, sin ellas es imposible cimentar una buena base sobre la que se apoyarán los futuros ciclos educativos. Debido a esto, los métodos que se pueden aplicar para estudiarlas son muy variados. Descubre los 6 métodos más populares para aprender las tablas de multiplicar.

 

Método Singapur

 

El método Singapur es el más popular para aprender las tablas de multiplicar. Este sistema huye de la memorización y fomenta el razonamiento de una forma manipulativa, es decir, menos abstracta y más visual y palpable.

 

Este método para aprender las tablas de multiplicar utiliza elementos en los que se pueden guardar otros objetos (vasos, cuencos, cajas o platos), donde meteremos dichos objetos pequeños (canicas, cartas, caramelos, etc.) que se agruparán en conjuntos. Este sistema no es el más indicado para operaciones complejas, pero es perfecto para iniciar a los alumnos en el concepto de la multiplicación.

 

Relación de la multiplicación y la suma

 

El método Singapur establece una relación entre la multiplicación y la suma, de manera que los objetos introducidos en la caja o vaso forman un todo, el cual se puede desgranar en diferentes conjuntos o grupos asociativos. La manipulación de estos materiales permite que los alumnos puedan jugar a sumar los diferentes grupos que previamente han creado.

 

Este sistema se visualiza de la siguiente manera: se han introducido 12 piezas de construcción en una caja, lo cual significa que se puede agrupar en conjuntos de 2 y sumarse 6 veces.

 

Es especialmente importante hacer hincapié en la palabra “veces” puesto que es la base de una multiplicación. Al principio, será más fácil que los alumnos utilicen la palabra “veces” antes que la palabra “por”. Se podrá utilizar la palabra “por” una vez que haya conseguido memorizar las tablas de multiplicar.

 

Método Quick Multiply

 

El método Quick Multiply tiene como objetivo facilitar la comprensión de las tablas de multiplicar huyendo también de la memorización inicial. Este sistema usa la propiedad conmutativa, la cual ya se utiliza en fallos comunes de alguno de los elementos memorizados.

 

En el método de multiplicación convencional se produce una duplicación de los elementos memorizados, por ejemplo “7 x 5” y “5 x 7” en la tabla de multiplicar del 7 y del 5 respectivamente. Una forma de iniciarse con las tablas de multiplicar es aplicando una regla del cuadrado a cada tabla: la tabla del 2 empieza por el cuadrado del 2 (2x2) hasta llegar al cuadrado del 9 (9x2). De esta forma se mejora la memoria visual y se introduce de forma simultánea el concepto de elevar un número a otro.

 

Razonamiento del método Quick Multiply

 

El método Quick Multiply sienta las bases en la comprensión de las tablas de multiplicar y en el ahorro de tiempo en la memorización, algo que será inevitable por mucho que el alumno entienda la multiplicación.

 

Se suele iniciar con el método Quick Multiply asociando la distribución repetida de los números en diferentes tablas de multiplicar, por lo que se puede conmutar la pregunta y dar por válida una respuesta de “2 x 3” y de “3 x 2”.

 

Método Doman

 

El método Doman es probablemente el más visual de los mencionado hasta el momento. Este sistema para aprender las tablas de multiplicar utiliza los famosos bits de inteligencia; unos pequeños estímulos visuales de aproximadamente uno o dos segundos. El estímulo es preciso, concreto y exacto.

 

Los bits de inteligencia se aplican a todas las operaciones que se realizan en cada una de las tablas de multiplicar, aunque se muestren de forma aislada. De esta manera, el alumno obtiene una visión general de las tablas de multiplicar y no tiene que memorizarlas una a una.

 

¿Cómo memorizar los bits de inteligencia?

 

Los bits de inteligencia son estímulos elaborados de forma individual y autónoma que muestran en cada pantalla cada uno de los elementos de la tabla durante un periodo de tiempo muy breve.

 

Este sistema requiere el uso de un ordenador, una tablet o un móvil ya que los estímulos pasarán en forma de diapositiva automáticamente o con un clic del alumno. Los estudiantes deben fijarse en las imágenes que se muestran en la pantalla y tratar de grabarlas en su mente en ese periodo de tiempo.

 

El método Doman hace una recopilación final juntando todos los bits de inteligencia que han aparecido en la pantalla, incluso en algunas páginas puedes encontrar ejercicios y repasos finales de todas las tablas de multiplicar.

 

Método basado en regletas de Cuisenaire

 

El método de las regletas de Cuisenaire utiliza unas piezas pequeñas de madera (también se pueden imprimir y recortar), por lo que es otro sistema muy visual. La multiplicación se basa en la relación de dos factores a y b que se extrapolan a un modelo abstracto; un modelo bidimensional para multiplicaciones de dos factores y uno tridimensional para multiplicaciones de tres factores.

 

¿Cómo utilizar las regletas de Cuisenaire?

 

Las regletas de Cuisenaire se utilizan en multiplicaciones sencillas antes de introducir las tablas de multiplicar. La forma de utilizarlas es sencilla: para una multiplicación de 3 x 7, el alumno tendrá que colocar tres regletas del color del número 3 y una del color del número 7. Con esto se trabaja el concepto de la multiplicación como operación representándola de forma gráfica.

 

El resultado de esta operación se obtiene agrupando el valor de las regletas en el máximo número de decenas que se puede obtener, en este caso dos decenas y una pieza de uno.

 

Método japonés (o maya o de multiplicación gráfica)

 

La multiplicación mediante el método japonés, también conocido como multiplicación maya o multiplicación gráfica se ha hecho popular en las aulas, incluso podemos ver vídeos en redes sociales. Este método desgrana los números complejos en líneas sobre las que se va a operar para obtener un resultado final, por ejemplo, el número 21 serán dos líneas por un lado y una línea por el otro.

 

El método japonés no hace uso de la memorización en ningún momento, por lo que prescinde de las tablas de multiplicar clásicas. Esto lo ha convertido en el método más sencillo para aprender a multiplicar.

 

Ejemplo de multiplicación con el método japonés

 

El método japonés se entiende con el siguiente ejemplo: multiplicamos “21 x 23” utilizando líneas, el número 21 son dos líneas arriba y una abajo dejando cierto espacio entre ellas y el número 23 son dos líneas a la izquierda y tres a la derecha con el mismo espacio. Estas líneas deben formar un cuadrado o rectángulo con unas intersecciones en cada esquina.

 

El resultado de la multiplicación se obtiene mediante la suma de todas las zonas con intersección, en este caso son las cuatro esquinas. A continuación, hay que contar esos puntos y anotarlos porque luego se dividirá la zona en diagonales que sumarán todos los puntos comprendidos en ellas.

 

En la primera intersección contamos 4 puntos en la izquierda, en la segunda contamos 8 como la suma de las dos verticales y en la tercera contamos 3 puntos que se cortan. En orden, los números 4, 8 y 3 forman 483, el resultado de esta operación.

 

Metodologías para enseñar a multiplicar

Método de multiplicación rusa

 

El método de multiplicación rusa no es demasiado conocido pero lo cierto es que puede ser bastante efectivo para aquellos alumnos con dificultades para aprender las tablas de multiplicar. El método ruso utiliza la división y la suma para facilitar la multiplicación, aunque requiere un procedimiento metódico y ordenado.

 

Este sistema multiplica por 2 sucesivamente el multiplicando y divide por dos el multiplicador hasta que tome el valor de 1. Luego hay que sumar los multiplicandos a los multiplicadores impares correspondientes, esta suma será el resultado de la operación.

 

A modo de consejo, la multiplicación rusa puede ser algo liosa, por lo que se suele dividir en columnas dedicadas a cada aspecto: multiplicador, multiplicando, multiplicador impar (aquí solo hay que rellenar si el número de la anterior columna es par o impar) y la suma que dará el resultado final.

 

Comparación de los métodos de multiplicación

 

El método Singapur es el más utilizado en las escuelas en los ciclos educativos más bajos, este sistema permite a los niños visualizar los elementos que intervienen en las operaciones y convierte el proceso de multiplicación en algo palpable. Con el paso del tiempo, este método  se suele sustituir por algunos más complejos como el método Quick Multiply, el japonés o el de Doman, siempre y cuando el alumno haya comprendido las bases de qué es una multiplicación.

 

El método Quick Multiply es utilizado en escuelas a modo de repaso, aunque también se puede utilizar como una pequeña iniciación a las tablas de multiplicar. Este sistema puede crear cierta confusión en los alumnos al inicio puesto que visualizan operaciones y resultados sin aparente relación para posteriormente crear una conexión lógica. Esta es una forma sencilla de estudiar las tablas de multiplicar de forma complementaria, o bien para incidir en errores recurrentes del estudiante y asentar bien el resultado de cualquier número de la tabla.

 

El método Doman es uno de los más visuales, aunque no se puede utilizar para un aprendizaje desde cero, es decir, los alumnos deben tener cierta base. Es el método perfecto para repasar en clase: el maestro puede proyectar cada día un par de diapositivas y los alumnos deben estar atentos para memorizarlas, luego les preguntará qué han visto y si recuerdan el resultado.

 

Las regletas de Cuisenaire son perfectas para trabajar el aspecto visual y abstracto al mismo tiempo, así como la asociación de los números en grupos, algo que sienta las bases de lo que es la multiplicación. Este sistema puede ser muy útil en los primeros ciclos educativos cuando aún no se realizan operaciones demasiado complejas, aunque luego se debe desechar porque no se adapta demasiado bien a cifras elevadas.

 

El método japonés puede resultar algo complejo al inicio, pero sin duda es uno de los más efectivos. Este sistema es de los pocos que permite a los alumnos multiplicar sin conocer las tablas ni tener unas nociones básicas, algo que no sucede en métodos como el Doman o el de Quick Multiply. El aspecto positivo de este sistema de multiplicación es que se adapta con facilidad a números elevados, aunque es recomendable conocer las tablas de multiplicar para operaciones demasiado complejas.

 

El método de la multiplicación rusa es perfecto para personas metódicas que trabajan bien con tablas, aunque es un proceso más lento que otros métodos mencionados anteriormente. El aspecto positivo de la multiplicación rusa es que combina conceptos de la clasificación de los números, la división y la suma, además de que no requiere utilizar las tablas de multiplicar, pero en este sentido sucede como en el método japonés...

 

¿Qué método de multiplicación es el más efectivo?

 

No se puede determinar un método de multiplicación más eficaz que otro, sino que la elección debe ser consensuada entre maestro y alumno. En algunas ocasiones será más recomendable utilizar el razonamiento, en otras la asociación de elementos y en otras la memoria visual. Es común combinar varios métodos, pero siempre con cierta relación entre sí, o bien utilizar uno para el aprendizaje inicial y el método de Quick Multiply para el repaso final (siempre y cuando sea necesario conocer las tablas de multiplicar).

 

Al final, lo esencial es decidir si los alumnos van a memorizar las tablas de multiplicar o van a utilizar métodos alternativos igual de eficaces. Aunque lo más recomendable es conocer al menos uno de cada método, por ejemplo, multiplicar con el método japonés o el ruso, pero conocer igualmente las tablas de multiplicar en el caso de no poder utilizar esas técnicas.

 

En conclusión, siempre es recomendable conocer las tablas de multiplicar puesto que serán útiles para cifras demasiado elevadas. No es posible ceñirse a un único modelo que se adapte a todas las necesidades futuras, pero sí es recomendable iniciar uno y no pasar a otro hasta que se comprenda a la perfección.

 


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